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Lo que no sabemos del amor

By 06/07/2016mayo 8th, 2020Blog, Noticias

Las investigaciones sobre el amor están avanzando mucho, poco a poco se van desvelando peculiaridades de los mecanismos biológicos implicados, las técnicas de neuroimagen han sido de gran ayuda para estudiar las localizaciones cerebrales y cada vez sabemos más de la bioquímica cerebral implicada en este fenómeno tan intensamente humano. Aunque los animales también tienen sus preferencias en la elección de pareja, las conductas de cortejo y el estilo de apareamiento es uno de los temas de interés para los etólogos, pero de eso hablaremos otro día, ahora nos vamos a centrar en los todavía insondables misterios del amor.

lo que no sabemos del amorEntre las cuestiones más enigmáticas están las relacionada con la elección del ser amado. ¿Qué hace que nos enamoramos de una persona y no de otra? ¿Por qué es un sentimiento tan difícil de domesticar? A veces quieres amar y no amas, otras quieres dejar de amar y no puedes. Cuantas veces he escuchado decir en consulta, tanto a ellos como ellas, “con lo buena persona que es, cómo me gustaría estar enamorada de él”, o “nos llevamos fenomenal es estupendo estar juntos, pero no hay chispa”. “Los dos los hemos intentado, pero nos damos cuenta de que no estamos enamorados y es una pena, porque sería perfecto”. Perfecto y muy conveniente para sus intereses, su estilo de vida, etc., etc.

Esto no es tan importante para todo el mundo, algunas personas no aspiran a estar enamorados, o no se han enamorado nunca y basan su relación en una buena compañía; cada cual tiene su opción y es respetable. Sin embargo, los que han sido tocados por Cupido lo tienen muy difícil para renunciar a la persona amada. Ahí tenemos a Carlos de Inglaterra, casado con una chica joven y guapa como fué Lady Di, luchando contra viento y marea por su adorada Camila, mucho mayor que la otra y mucho menos atractiva, si al físico nos referimos. Los ingleses son muy suyos para esto, un tío abuelo suyo también renuncio al trono por una mujer. Y es que cuando el amor llega no hay reyes ni mendigos, no tiene fronteras y se cuela en todos sitios.

Pero, ¿qué hace que Carlos prefiera a Camila, o qué Pepa prefiera a Manolo, que es gemelo casi idéntico de Carlos? Helen Fisher, investigadora del departamento de Antropología de la Universidad de Rutjers, Fisher lleva años trabajando en este tema y ha hechos aportaciones muy interesantes, pero su propuesta en relación a la elección de la persona amada no parece resolver mucho, pero es lo que hay y por algún lado hay que empezar a desentrañar este enigma. Según refiere habría cuatro tipos de personalidad relacionados con la bioquímica: Las personas que segregan más dopamina, serían exploradoras y curiosas. Si producen mucha serotonina, tendrían una personalidad más convencional y meticulosa, si es la testosterona serían personas decidas y con un sentido lógico, y las que producen más oxitócina y estrógenos serían más conciliadoras, negociadoras y compasivas.

Según propone Helen Fisher, las personalidades exploradoras y convencionales tienden a enamorarse de otras como ellas, buscarían personas muy compatibles y parecidas e ellas; mientras que las personas decididas, es decir las que segregan más testosterona, se sentirían más atraídas por las que segregan más estrógenos y oxitocina y viceversa. Resumiendo los extremos se atraen pero también los iguales, es decir lo que se ha dicho siempre y reducirlo a una explicación bioquímica es bastante simplista, ya que si algo caracteriza al amor es su complejidad y la cantidad de factores que influyen en el proceso. Por lo que seguimos sin saber qué mecanismos entran en juego para que nos enamoremos de una persona y no de otra.

¿Es importante el amor en tu vida? ¿Eres de los que eliges parejas parecidas a ti, o te atraen los opuestos?

 

MARIA PEREZ CONCHILLO