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Los compromisos sociales que surgen en Navidad pueden crear desencuentros en la pareja. No debemos olvidar que la complicidad y la empatía es la clave del disfrute sexual y amoroso.

Da gusto ver como algunas parejas despiertan envidian por el brillo especial que tienen en la mirada que sólo proporciona el amor y una vida sexual satisfactoria. No importa la edad que tengan, pueden ser 15 años o 92. De hecho, hace unos días una señora de 74 nos confesaba que su marido de 92 aún le hacía “requerimientos”, como ella denominaba a los encuentros sexuales, que no tienen por qué ser que ser necesariamente genitales. Ciertamente, amar y sentirse amado es uno de los sentimientos más maravillosos que el ser humano puede experimentar. Quizá sea que nos pone tiernos la proximidad de las fechas navideñas pero pensamos que es un buen momento para recapitular.

navidadLlegan fechas entrañables, la navidad está a la vuelta de la esquina y se acerca el fin de año. Y aunque no todo el mundo vive las fiestas con la misma intensidad —de hecho, para algunas personas se agudiza la soledad si no tienen con quien compartirlas—, pensamos que es un buen momento para analizar cómo va nuestra relación de pareja y considerar si estamos dedicándole el tiempo y cuidado que merece. El amor y la pareja requiere del sexo para que la cosa funcione. No debemos descuidar el rol de amantes. Las parejas pueden pasar por muchas etapas, pueden venir los hijos, pero no pueden dejar de lado aquello que las unió; la atracción que existía entre ellos. Es muy importante tomar conciencia de que la vida sexual necesita atención, pese al frenético ritmo de vida actual.

A los sexólogos nos gustaría tener la receta mágica para hacer felices a las parejas. Receta mágica está claro que no hay, pero si fórmulas que aplicadas con cariño funcionan. La primera y más importante: generosidad y comprensión del uno para el otro; para que las cosas funcionen se trata de sumar y no de restar. Y para esoes esencial tomar conciencia de las necesidades de la pareja y procurar hacerle la vida agradable. Sencillamente, que vea que se le toma en consideración y se piensa en ella.

No se trata de mostrar un comportamiento servil ni vivir supeditados a sus deseos, pero sí de tener la habilidad para valorar la intensidad de los deseos y necesidades de la pareja y compararlos con los nuestros. Veremos que en muchas ocasiones, a nosotros nos da los mismo y no cuesta nada complacerla. Si la fórmula es recíproca, la comunicación fluye y ambos ven sus deseos y necesidades complacidas, además, por supuesto, de sentirse amados y escuchados. Porque “obras son amores y no buenas razones”, dice el refrán. Esta actitud crea una complicidad entrañable en la pareja que da un excelente resultado en la cama.

Así que, aprovechemos esta época para fomentar esa complicidad con nuestra pareja. Aprendamos a negociar con la generosidad por delante, que ya seremos recompensados en otra ocasión. Y hay mucho que negociar: dónde se cena en Nochebuena, con quién se pasa la Nochevieja, dónde se celebra el fin de año, qué y a quién se regala… El tacto y la empatía son fundamentales.

En definitiva, éste es un buen momento para poner en juego todas nuestras habilidades y disfrutar de la complicidad, la compañía y el amor de nuestra pareja. Fomentar las buenas relaciones repercute directamente en la convivencia y muy especialmente en la vida sexual.

¿Has tenido desavenencias con tu pareja con motivo de los compromisos navideños? ¿Ha afectado eso en tu vida sexual? ¿Conoces alguna pareja que haya tenido problemas de este tipo?

MARIA PEREZ CONCHILLO