Vivimos con un ritmo frenético que nos empuja a momentos de estrés y situaciones en las que nuestro cuerpo y mente somatizan a través de síntomas como:
● Ansiedad ● Cansancio ● Depresión
Esto nos crea malestar y hace que nuestra salud y nuestro bienestar se sientan amenazados, dejamos de escucharnos y de atender nuestras necesidades.
Es por ello que necesitamos aprender herramientas que nos ayuden a liberar el estrés cotidiano, que nos permitan desarrollar nuevas posibilidades en el vivir personal, que nos aporten confianza y sostén a la hora de movernos en situaciones que nos crean conflicto.
En nuestro centro ESPILL contamos con un equipo de psicólogas que pueden ayudarte a afrontar las distintas etapas por las que pasamos a lo largo de nuestra vida.
Una de las consecuencias más notables que está teniendo el Covid-19 en nuestra vida cotidiana es el parcial aislamiento.
Este aislamiento social y la recomendación de “quédate en casa” puede tener un efecto en nuestra conducta con la posibilidad de desarrollar miedos o fobias, si nuestras emociones no son gestionadas adecuadamente.
Este podría ser el caso, por ejemplo, de padecer agorafobia: miedo intenso a estar en lugares públicos o en los que la persona no percibe sentirse segura o “a salvo”.
Si identificas que estás experimentando este tipo de reacciones emocionales de miedo o ansiedad y que están afectando a tu bienestar o calidad de vida, es importante que sea abordado por un especialista, en nuestro centro ESPILL contamos con un equipo de psicólogas que pueden ayudarte a afrontar los distintos miedos o fobias que pueden surgir en la situación que vivimos actualmente.
La violencia de género atenta contra los Derechos Humanos y con ello, contra los Derechos Sexuales.
-Contra la libertad sexual, la autonomía, integridad y seguridad sexuales, (con el abuso o la agresión sexual, con la mutilación genital)
-Contra la privacidad, (con la difusión de imágenes de contenido sexual sin consentimiento)
-Contra la equidad sexual, (con la discriminación a las personas que no se definen como heterosexuales)
-Contra el placer sexual, (al buscar sólo el propio disfrute, ignorando la experiencia de la pareja)
-Contra la expresión emocional, (con el miedo a una reacción negativa), contra la libre asociación, (con los matrimonios forzosos o las amenazas si se plantea dejar la relación).
-Contra la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables, (al negarse a emplear métodos anticonceptivos o al obligar a concebir un hijo), contra la información basada en el conocimiento científico y la educación sexual integral, (al impedir el acceso a la educación sexual en cualquier momento del ciclo vital)
-Contra la atención de la salud sexual, (impidiendo recibir la atención necesaria a nivel médico o causando problemas físicos y psicológicos).
En este día, es fundamental incidir en la importancia de la educación sexual, así como promover la igualdad y la concordia de género, puesto que es necesario comprender nuestra dimensión sexual y el respeto a los Derechos Sexuales como un elemento obligatorio de la formación, para lograr el desarrollo óptimo de cualquier persona desde la primera infancia.
Para prevenir la violencia de género es necesario sensibilizar a toda la población y especialmente a la juventud, para que la detecte, tanto en el entorno familiar como en sus relaciones de pareja.
La idea fundamental es fomentar relaciones igualitarias, en las que haya concordia de género, así como que aprendan a identificar conductas abusivas y pidan ayuda cuanto antes, llevando a cabo acciones formativas desde el inicio de la escolarización.
La desconfianza, (los celos), el aislamiento sociofamiliar, el control o las críticas van minando la autoestima de las mujeres que a menudo no disponen de la independencia económica y/o emocional suficiente para atreverse a dar el paso de romper la relación.
Para erradicar la violencia de género es necesaria la colaboración de todos y todas.
Los profesionales de la educación, la sanidad, la justicia, los medios audiovisuales o la psicología hemos de cuestionar el sistema patriarcal machista, que trata de relegar a las mujeres a un segundo plano, (al cuidado del hogar, de la familia, a primar los deseos de la pareja frente a los propios a todos los niveles, a desempeñar trabajos mal remunerados o con poca promoción).
Asimismo, es fundamental que los hombres que ejercen violencia sobre las mujeres tengan acceso a una terapia en la que se trabaje fundamentalmente con el control de impulsos y la empatía, para que se pongan en el lugar de la víctima, que vean las relaciones de género de otra manera, aceptando que una mujer tiene los mismos derechos que un hombre.
El tratamiento que se le da a este tema en los medios de comunicación también ha de mejorar, evitando el sensacionalismo y proporcionando a la población información veraz sobre este problema.
Hemos avanzado en esta lucha, pero queda mucho por trabajar y nos corresponde a todas y a todos hacerlo.
Estas jornadas científico/profesionales están abiertas a todas las personas interesadas.
Se celebrarán en formato virtual, y quienes participen podrán seguir las actividades utilizando las herramientas telemáticas de nuestra universidad, las cuales permiten la interacción en vivo entre participantes y ponentes. También se podrán seguir en diferido unos días después.
Instituto Espill como colaborador de la UNED, participará en las jornadas como ponente, nuestra directora del centro María Pérez abarcando los temas de “Maltrato Sexual en la infancia y adolescencia” y “Amor y Sexo en tiempos de coronavirus.
Carolina Muñoz (psicóloga y sexóloga del Instituto Espill de Valencia) abordando el tema “La educación para la salud Sexual en el S.XXI”, y Erika Pinzón (psicóloga y sexóloga del Instituto Espill de Colombia) “La comunicación en pareja. Un entrenamiento que no nos hará más fitness, pero sí más felices”
*Las personas que vayan de parte de Espill tendrán un 50% de descuento en el precio de la Inscripción. Solamente tendréis que poner Espill en el apartado de observaciones del formulario y hacer un pago del 50% de la matricula estipulada.
La ansiedad nos genera malestar y sufrimiento. Aunque realmente es un mecanismo de supervivencia que nos permite identificar que no estamos bien, que debemos cambiar algo.
Para manejar los estados de ansiedad, lo primero es aprender a 👂escuchar nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo es el encargado de manifestar lo que sentimos: ¿sentimos miedo, preocupación? notaremos tensión en hombros, cuello, espalda… ¿sentimos nervios, estrés? notaremos presión en el pecho, dolor estomacal, fatiga…
-Identificarlo. ¿A qué tengo miedo? ¿Qué me preocupa? ¿De dónde vienen los nervios? La escucha es muy importante. El “no lo sé” es un bloqueo emocional que utilizamos inconscientemente, de hecho lo hemos usado de coletilla tantas veces que ya directamente lo anteponemos ante cualquier respuesta. Identificar no es sencillo, pero debemos aprender a hacerlo. Una buena técnica para ello es escribir. Escribir sobre lo que pensamos y lo que sentimos nos ayuda a identificar.
-Enfocar nuestra mente en aquello que nos ayude a reducir la ansiedad. No se trata de evitarla, se trata de manejarla. Por ejemplo:
Podemos darnos una ducha o dar un paseo. Cambiar de ambiente y estimular nuestros sentidos pueden ayudarnos a relajarnos.
Meditar o hacer ejercicio, conlleva no solo una desconexión del día a día, también aportan numerosos beneficios a nivel físico y mental.
Quedar con amigos o familiares, nos ayuda a sentirnos respaldados y entramos en una armonía diferente.
Escuchar música, bailar o incluso tocar algún instrumento. La exposición musical contribuye a mejorar la frecuencia cardiaca y el humor, pone en acción mente y cuerpo.
Lo importante no es cargarnos con más tareas, sino elegir lo que nos funcione, puesto que lo que a una persona le gusta a otra puede resultar indiferente. Y no se trata de añadir obligaciones, sino de enfocar nuestras conductas de manera enriquecedora.
Compartimos estos apuntes sobre la ansiedad esperando que resulten útiles. En Espill llevamos mucho tiempo ayudando a personas que la sufren y sabemos que cuanto antes se trate mejor es el resultado.
Los Derechos Sexuales no son un concepto, son Derechos Humanos Universales. Estas palabras fueron pronunciadas por la representante de la WAS (Asociación Mundial para la Salud Sexual), ante la Comisión de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, cuando se presentaron los Derechos Sexuales.
Hasta llegar a la ONU los Derechos Sexuales han recorrido un largo camino. La primera Declaración de los Derechos Sexuales se hizo en Valencia el 29 de Junio de 1997, en el 13º Congreso Mundial de Sexología, Organizado por el Instituto Espill y la Federación Española de Sociedades de Sexología, y presidido por los Doctores Juan José Borrás Valls y María Pérez Conchillo. La declaración tuvo un gran impacto y fue recogida por medios de comunicación de muchas partes del mundo. Desde entonces ha sido celebrada y reproducida en numerosas publicaciones científicas y sociales. Esta declaración se revisó en el 14º Congreso Mundial de Sexología, en Hong Kong en 1999, siendo aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Salud Sexual (WAS).
En el Instituto Espill queremos compartir la conmemoración del 23 aniversario, con el convencimiento de que en estos tiempos complicados estos derechos son más necesarios que nunca. Entendiendo que los derechos sexuales son un canto a la vida y a la sexualidad feliz y responsable que todos merecemos.
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